Anne Gallivan

Disfruté esta día porque Natalie, Isabella y yo hablamos con dos mujeres por mucho tiempo. Carmen era la primera mujer con que hablamos y ella nos llevó al cuarto de Rosita quién tiene menos movilidad. Carmen va cada día a ayudar a calentar su comida y hace otros cositas también.

Preguntamos permisión a grabar video para nuestro digital storytelling project y al principio yo pregunté a Carmen si ella quiere hablar sobre su experiencia migratoria y sus pensamientos sobre las caravanas de Centroamérica. Ella nos dijo mucho sobre las caravanas pero nos pidió que no grabamos video ni audio sobre esto. Por supuesto no grabamos sin su consentimiento y no voy a escribir sobre sus pensamientos tampoco, pero estoy muy agradecida de que ella sentía cómoda para hablar con nosotras y ser tan simpática y abierta con nosotras allí en su departamento.

Entonces hablamos sobre muchas cosas y al final nos dijo que podíamos grabar la conversación al este punto entonces ahora tengo video para mi digital storytelling project sobre su experiencia viviendo en Columbia Heights y sobre su centro comunitario y su experiencia con la comida y 'food security.'

Disfruté mi experiencia, pero todavía siento un poco incómoda sobre el acto de entrar a los cuartos de personas y pedir que contamos sus historias y opiniones sobre cosas que pedimos.

Hoy fue mi primer día con Somos Familia y fue muy interesante. Al principio, cuando llegamos habían mucha gente allí para descargar las bolsas de comestibles de la troca. Después, los organizadores de Somos Familia hablaron sobre la agenda para el día y antes de empezar había una banda allí quienes tocaban música para nosotros (los voluntarios). Esto fue la primera cosa que sentía un poco raro para mí. Parece muy bien tener una banda a tocar música para los residentes del apartamento, pero no entendía porque ellos no invitaron a los residentes a escuchar la música (o quizás los organizadores les invitaron y no querían asistir).

Pero me gustaba el acto de distribuir las bolsas de comestibles a los residentes mucho. Natalia y yo distribuimos comida con Leslie uno de los voluntarios de Somos Familia quien también es un residente allí. Ella conocía todos de los residentes, sus nombres, sus números de cuarto y todo. En particular, disfruté hablando con un residente que me recordó a mi abuela porque ella le gusta mucho todas las plantas y flores y ella tiene muchas plantas en su cuarto pero también ella salió su cuarto para dar agua a todas las plantas en el primer piso del apartamento. (Alguien me dijo que unas de las plantas eran de plástico, no eran reales, pero su sentimiento cuenta lo mismo).

Y también yo sentía útil en mi servicio primariamente para poder hablar español con los residentes hispanohablantes porque Leslie no habla español - aunque ella se enseñó decir 'Hola es Somos Familia tenemos sus bolsas de comestibles'. Pero estaba útil también cuando yo estaba en un cuarto de una residente que no entendía como a usar su calentador en su cuarto entonces ella estaba un poco fría - y Leslie me explicó cómo a usarlo y yo traduje las instrucciones a la residente. Ella fue muy agradecida para la ayuda.

Además, tengo unas pensamientos. La primera es que el servicio comunitario no es accesible para toda la gente en este forma. Necesitamos pagar para nuestra transporte al apartamento y poder utilizar su cuerpo para levantar y empujar cosas que no son poco pesado. Entonces no es accesible para personas con discapacidades o sin el dinero para poder viajar afuera de rutina semanal.